El escarlata es un color rojo vivo, a veces ligeramente anaranjado. En el espectro de la luz visible, y en la tradicional rueda de colores, está a un cuarto de camino entre el rojo y el naranja, ligeramente menos naranja que el bermellón. Según encuestas realizadas en Europa y Estados Unidos, el escarlata y otros tonos brillantes de rojo son los colores más asociados con el valor, la fuerza, la pasión, el calor y la alegría. En la Iglesia católica romana, el escarlata es el color que viste un cardenal, y se asocia con la sangre de Cristo y los mártires cristianos, y con el sacrificio.El escarlata también se asocia con la inmoralidad y el pecado, en particular la prostitución o el adulterio, en gran parte debido a un pasaje que hace referencia a «La Gran Ramera», «vestida de púrpura y escarlata», en la Biblia (Apocalipsis 17:1-6).